Termina el Verano y viajar para pasar el otoño en una de las ciudades más bonitas del mundo es un espectáculo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Los colores ocres y las hojas en el suelo nos transmiten unas sensaciones únicas. Días soleados, lluviosos y nublados nos dejan la oportunidad de ver las ciudades más bonitas en su mejor momento. Los atardeceres en otoño son únicos en Nueva York, Edimburgo, Roma, Múnich, Londres, Montreal o Dresde, lo que los convierte en destinos perfectos para viajar.

Estados Unidos y Canadá

El otoño en Nueva York no es solo una bonita película, es también un espectáculo que merece la pena sin duda vivir.
A finales de Septiembre ya empiezan las hojas a cambiar de color, pero es a finales de Octubre y principios de Noviembre cuando adquieren su color más otoñal.

Existen multitud de planes que realizar durante el otoño en Nueva York. Pasear por sus calles y sus parques (os recomendamos el famosísimo Central Park), ver un partido en directo de la NBA o de Hockey sobre hielo, patinar sobre hielo en la pista del Rockefeller Center o puedes correr el Maratón de NY. Estas son algunas de las cosas más comunes que se pueden hacer para disfrutar de la ciudad, pero también transcurren varias festividades como el Festival del Cine, Las Fiestas de Little Italy, Los Homenajes del 11-S, cuando las calles y las casas se llenan de calabazas y espantapájaros, sabremos que ha llegado la noche de Halloween. Sin dejar de lado el Desfile de Village o Acción de Gracias, que se celebra también con un desfile de globos gigantes de Macy’s.


No podía faltar Canadá y una de sus ciudades más bonitas para disfrutar del otoño, Montreal. Y es que el otoño está presente hasta en la propia bandera nacional. Los parques se llenan de tonos amarillos, naranjas y rojos dejando unas vistas espectaculares. Y algunas paradas obligatorias durante esta estación son el Jardín Botánico de Montreal, el Parque Mont-Royal o algunos festivales de cine en el barrio de Quartier des Spectacles.

En Montreal, durante el otoño las temperaturas pueden oscilar entre 2 y 16 grados centígrados y aunque puede parecer una temperatura fría, cuando llega el Invierno es cuando realmente se nota, con temperaturas entre -2ºC y -20ºC. Sin duda, Montreal es una de las ciudades en invierno más frías de Norteamérica, pero hasta que llegue se puede disfrutar el otoño.

Aunque en Montreal el idioma oficial sea el francés, no es difícil encontrar personas que hablen el inglés, desde gente por la calle hasta los establecimientos, donde te atenderán sin problema en inglés.

Reino Unido 

Londres no necesita mucho para ser uno de los destinos favoritos de los turistas, pero por si ya fuera poco todo lo que tiene Londres durante el año, en otoño se intensifican las razones para visitar esta ciudad. Por sus mercadillos con productos de temporada (el más famoso es Borough Market, pero también merecen la pena los de Camden, Portobello, Brick Lane o Bermondsey), los parques con sus colores únicos como por ejemplo Hammersmith y el Real Jardín Botánico Kew (no muy conocidos por los turistas, lo que los hace precisamente más especiales), sus eventos culturales como teatros, musicales, cines y estrenos. Las vistas desde los restaurantes y sus terrazas se vuelven mucho más bonitas en esta época. Y en definitiva, por todos sus rincones por descubrir, Londres es un destino muy a tener en cuenta.

Por la moneda no te preocupes, podrás cambiar los euros por libras en alguna casa de cambio en el centro de la ciudad (e incluso en el aeropuerto o en los bancos). Y por suerte el transporte público es uno de los más eficientes del mundo, así que no tendrás problema para moverte por allí.


Edimburgo
en otoño tiene una magia especial, no sabemos si por sus edificios, sus calles empedradas, los castillos o los lagos que le dan un aire antiguo y misterioso a esta maravillosa ciudad. Una oportunidad perfecta para ver las “tierras altas” o Highlands y buscar al monstruo del Lago Ness. También es un buen momento para admirar la montaña más alta de todo el país, Ben Nevis. Tampoco puedes quedarte sin ver el Castillo de Urquhart o el Parque Nacional de Cairngorms. Por otro lado, la ciudad de Edimburgo también tiene algunos museos y galerías de arte que vale la pena visitar.

Las temperaturas en Septiembre y Octubre van desde los 6ºC a los 16ºC, pero en noviembre el tiempo cambia para hacer notar en mayor medida el frío, con temperaturas que oscilan desde los 3ºC a los 9ºC.

Alemania e Italia

Quienes han vivido en Alemania, son conocedores de la importancia de mirar la previsión del tiempo, y es que en este país el clima cambia en cuestión de minutos, y en Múnich no podía ser menos. De pronto llueve y en unos minutos ya está saliendo el sol. Esto puede parecer algo molesto, pero la realidad es que deja unos paisajes y unas situaciones muy bonitas

El otoño comienza de manera oficial el 23 de Septiembre en Alemania y termina el 21 de Diciembre.

Desde mediados de Septiembre hasta que comienza Octubre tenemos una de las festividades más famosas de Alemania y Múnich, el Oktoberfest. Una de las fiestas tradicionales alemanas más conocidas en todo el continente, que te permitirá conocer a sus gentes y sus lugares. Esta festividad atrae cada año a miles de visitantes de todas partes del mundo para disfrutar de la fiesta de la cerveza alemana y todo lo que esta conlleva.


A orillas del río Elba, encontramos la maravillosa ciudad de Dresde, conocida como “la Florencia del Elba”. Con multitud de sitios que visitar como la Plaza Neumarkt (la más famosa de Dresde), el Palacio Zwinger situado en el casco antiguo es algo que no puedes perderte, su peculiar estilo barroco lo hace un algo típico de Alemania. El Pasaje Kunsthof, la Terraza de Brühl que se extiende a lo largo del río y el casco histórico de la ciudad, el Mirador o Puente de Bastei con sus enormes rocas moldeadas por la erosión del río Elba hacen de este uno de los puentes peatonales más bonitos de Europa (tiene su origen en 1824), la Frauenkirchen (una iglesia luterana de estilo barroco preciosa que terminó su reconstrucción en 2005).

Son inconfundibles los colores dorados de los atardeceres en Roma, que sobre los tejados de sus emblemáticos edificios hacen de esta ciudad un espectáculo visual sin igual. En verano la ciudad está muy saturada de turistas que con la llegada del Otoño, baja mucho su afluencia. Es por ello un buen momento para disfrutar de la ciudad con una mayor tranquilidad. Además, en esta estación otoñal las temperaturas son muy suaves, al igual que en España.

Su gente es de una hospitalidad envidiable y su comida es muy parecida a la nuestra, lo que hace que nuestra estancia en Roma se haga muy corta.

Por supuesto, se pueden realizar muchas actividades y hay mucho que ver, desde visitar el Coliseo hasta alquilar una bicicleta y subir al Monte Pincio. También hay muchas plazas e iglesias por ver, el Panteón siempre nos espera, pero no te puedes ir sin antes subir al Gianicolo y ver el atardecer desde la Plaza Garibaldi, algo que se convierte en todo un ritual para turistas y gente de la propia zona, aprovechando la belleza de la luz de la época otoñal