Durante el programa, los alumnos se alojan en una familia irlandesa, en habitación compartida con otro estudiante español del mismo grupo, es decir, 2 estudiantes por familia. Esto permite, además de la práctica del inglés durante todo el día, la inmersión total en la cultura del país.

Todas las familias han sido supervisadas previamente por el responsable de familias de la escuela local.

El régimen de comidas es de pensión completa. El desayuno y la cena tienen lugar con la familia, mientras que a la hora del almuerzo el estudiante es provisto de un “packed lunch” que tomará en el colegio.