En la celebración del día de acción de gracias, las familias tanto en Canadá como en Estados Unidos, tienen este día por uno de los más importantes del año, en el cual hacen todo lo posible, (superando al día de Navidad), para reunirse todos los miembros de la familia y pedir una oración por aquellos que no han podido reunirse.
Breve historia de este día
Se considera que la primera celebración del día de Acción de Gracias tuvo lugar en Noviembre de 1621 y duró tres días, cuando un grupo de colonos británicos quiso agradecer sus buenas cosechas del verano tras el duro invierno que siguió a su llegada a Plymouth (Nueva Inglaterra) a bordo del Mayflower.
La fiesta se mantuvo viva, pero no se hizo oficial hasta que el primer presidente de la historia de Estados Unidos, George Washington, proclamó el 26 de noviembre como Día Nacional de Acción de Gracias en 1789, para que los ciudadanos del entonces, recién nacido país, expresaran su gratitud por el fin de la Guerra de Independencia.
Sin embargo, en las décadas siguientes tampoco se homogeneizó la festividad, ya que los estados del norte la celebraban cada uno en una fecha y los del sur permanecían ajenos a ella. El presidente Abraham Lincoln estableció en 1863, en plena guerra civil estadounidense, que Acción de Gracias se celebraría cada año el último jueves de noviembre en todo el país. Así fue hasta 1939, año en que el último jueves de noviembre cayó en día 30 y, ante la posibilidad de que la brevedad de la campaña navideña debilitara una economía que aún se recuperaba de la Gran Depresión, el presidente Franklin D. Roosevelt la adelantó al penúltimo jueves del mes.
El pavo, símbolo de Acción de Gracias
Esta medida no fue seguida por todos los estados, por lo que durante dos años Acción de Gracias se celebró en dos fechas distintas. Finalmente, en 1941, se llegó a un acuerdo que condujo al formato vigente: el día de Acción de Gracias se celebra el cuarto jueves de noviembre, de modo que suele coincidir con el último, excepto si un año el mes tiene cinco jueves.
A pesar de que se desconoce qué se comió en las primeras celebraciones de Acción de Gracias del siglo XVII, el pavo relleno se ha convertido en símbolo y prácticamente sinónimo de esta festividad. La Federación Nacional del Pavo estima que este año se comerán aproximadamente 46 millones de estas aves, que alimentarán al 88 % de estadounidenses.
La cena de Acción de Gracias
La cena se compone por platos típicos ese día, como es el famoso pavo asado, bien sea relleno en el horno o sin rellenar, sirviéndose con una rica salsa de arándanos. Hay que tener en cuenta que el pavo debe reservarse días antes en la tienda, pues se agotan las existencias.
Otros platos son también el puré de patatas, patatas asadas y guarnición de verduras; sin olvidar el postre estrella que es el pastel de calabaza, Pumpkin Pie en inglés. Éste se realiza con calabazas y natillas, con algunos ingrediente más, que irán cocidos al horno en un solo molde de tarta. El postre generalmente puede tener sabor a canela, y llevar polvo de jengibre, nuez moscada y clavo de olor, u otras especias al gusto.
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