Los que tengan pensado realizar un curso en Nueva York deben tener en cuenta que la gran manzana ofrece mucho más que rascacielos, grandes avenidas, tiendas de vanguardia o barrios selectos. A tan solo una hora de distancia se encuentra una localidad que supone una auténtica sorpresa para los visitantes: Storm King, o lo que es lo mismo, la versión “campestre” de Nueva York.

Storm King, un parque interactivo

Se trata de una pequeña y tranquila localidad, al Norte de Nueva York  y perfectamente encajada entre la montaña del mismo nombre y el río Hudson, cuyo principal atractivo es uno de los parques “artísticos” más conocidos del mundo y auténtico referente para los amantes de las vanguardias de arte: Storm King. Este no es un parque más al uso, de los muchos con los que se pueden encontrar los estudiantes de inglés en verano en Estados Unidos, sino que se trata de un “macro jardín”, de más de quinientos acres de extensión, salpicado de monumentales esculturas en acero y a gran escala, representativas del arte contemporáneo.  Además, el parque cuenta con un total de nueve galerías en las que se llevan a cabo exposiciones de arte temporales.

Fundado en 1960 como museo sin ánimo de lucro para Hudson River School, la exposición al aire libre se inició con la adquisición de trece esculturas del artista David Smith. Todas las obras que integran el parque son seleccionadas en función de su ubicación y de la forma en la que van a quedar integradas en el peculiar paisaje de Storm King. Muchas de las esculturas que salen al encuentro de los visitantes de Storm King tienen la peculiaridad de ser interactivas. Algunas son tan sorprendentes como el gazebo de Siah Armajani, que permite entrar y caminar en su interior; o los originales bancos de Buren, ideales para descansar.

El parque está dotado de todo tipo de facilidades y servicios y, dada su extensión, se ofrece la posibilidad de visitarlo en bicicleta, una experiencia más que recomendable para los que estén haciendo un curso en Nueva York o visitando la ciudad para aprender inglés en verano. Otra opción es recorrerlo a bordo del tranvía interno, un servicio que incluye las explicaciones de un guía del parque.

Otro de los atractivos de Storm King es la abundancia de árboles, plantas y flores autóctonos y, por supuesto, las espectaculares vistas que ofrece y que suponen el mejor marco imaginable para las obras expuestas. Así mismo, la privilegiada situación de Storm King, en la parte baja del valle del río Hudson, la convierten en un enclave idóneo para los campamentos de idiomas, aunando arte, naturaleza, aprendizaje y, también, las emociones fuertes que ofrece la cercana Nueva York.